martes, 18 de febrero de 2014

El cartelismo en el Modernismo

Ramón Casas

Ramón Casas fue prototipo de los cartelistas españoles del final del XIX. Influido trabajó por Toulouse-Lautrec, desarrolló un lenguaje sencillo, llamativo, sumamente eficaz desde el punto de vista de la comunicación.

Nació en Barcelona el año 1866, y pronto demostró gran interés por el dibujo, vocación que le facilitó la familia, la cual tenía un poder adquisitivo que facilitó que el joven Ramón acudiera a diversos talleres tanto en Barcelona como en París, a donde viajó en 1881. En 1883 presentó en un salón oficial su autorretrato vestido de flamenco, cuadro que fue aceptado. Paris y Barcelona fueron sus lugares de residencia habituales. Ya en los noventa, y vuelto a Barcelona, Casas destaca como animador social y cultural. El carácter original y creativo lo mostró en eventos en 1889. De Casas se han visto diversas exposiciones, básicamente en Cataluña, ya que no hay que olvidar que fue uno de los grandes del modernismo catalán.
Casas innovó en sus carteles distintos tipos de tipografías que marcaron una nueva etapa dentro del Modernismo. Todas tenían un denominador común: un estilo muy Románico. 

A continuación, presentamos un pequeño vídeo donde podremos observar la diferencia de la publicidad en el modernismo y el márketing actual. Éste está enfocado en gran parte al mundo de los vinos y los cavas, centrándose en la la obra de Ramón Casas, cartelista cuya obra analizaremos más adelante. ¡Disfrutad!

Ahora pasaremos a analizar cuatro de sus obras o carteles realizados para diferentes marcas


CHAMPAGNE CODORNÍU 

El producto que se anuncia en el cartel es un champagne propiedad de Manuél Raventós, más en concreto un champagne Codorníu,  de origen catalán. Se trata de una bebida alcohólica de nivel medio alto. Esto se ve reflejado en la mujer que consume el producto puesto que sus vestimentas y su imagen son lo dan a entender. Se trata de una bebida idónea para ocasiones especiales, no para el día a día. 

La composición del cartel es realmente sencilla, posicionando en el centro a la figura de la mujer consumiendo el elemento publicitado; una copa en su mano es la muestra de ello. Junto a ella, en el lateral derecho, se pueden observar varias cajas con la marca del producto impreso en ellas. A su izquierda, un cubo con lo que suponemos que es una botella de chanpagne Codorníu. 

Respecto al valor de comunicación decir que, toda aquella mujer de la época perteneciente a esta clase media alta, si quisiera verse como el resto, debería consumir champagne Codorníu. El objetivo de comunicación de la gráfica es claro; si quieres sentir la categoría, compra este champagne. En lo que se refiere a la composición de colores que conforma el cartel, decir que son colores vivos; azul, negro, blanco, verde y  amarillo.

El público objetivo al que va dirigido el cartel, tal y como hemos apuntado anteriormente, es un público de categoría, de nivel medio alto que se puede permitir este tipo de productos. Aunque la imagen representada sea una mujer, no quiere decir que ésta sea la única consumidora. Ramón Casas elegía la imagen femenina a la hora de realizar sus carteles y es por ello que es la elegida a la hora de presentar la bebida al público. Definitivamente el público objetivo es todo hombre o mujer que se mueva por lugares de alterne; bares que quieran ofrecer a sus clientes ocio y una bebida de categoría.


CHAMPAGNE CODORNÍU

El cartel que mostramos a continuación presenta el mismo producto que el anterior y prácticamente los mismos valores.Creado en 1898 y finalista de un concurso de carteles de Codorníu. En él, una mujer reclinada sobre un diván sujeta una copa repleta de un líquido de color ámbar.

Sigue la misma línea creativa a excepción de unos pequeños cambios: la tipografía se ve más claramente y ha reducido el nombre de la marca, centrándose únicamente en la marca, Codorníu. En este caso el nombre del propietario del producto no aparecerá impreso de forma alguna. La mujer seguirá siendo la figura principal del cartel, viéndose complementada por la presencia de unos camareros en un lateral izquierdo. Los colores utilizamos son muy similares al cartel anterior: verde, azul, amarillo y negro, colores elegantes al mismo tiempo que vistosos.

Como todo esta pequeña modificación no hará otra cosa más que reforzar el mensaje que el cartel pretende transmitir: Codorníu es una bebida con clase, elegante y sofisticada. No es una bebida de uso cotidiano sino para ocasiones especiales. Por las vestimentas tanto de ella como de ellos, el cartel nos transmite la esencia de la época del siglo XIX y que no se trata de una clase social baja sino media-alta. Por tanto una vez más entendemos que Codorníu no es una bebida más.Es la bebida de la clase de bien, de las ocasiones especiales. La bebida que toda señora y hombre que se precie ha de consumir si quiere pertenecer a dicha clase social. La función principal del cartel será, básicamente, mostrar y transmitir la esencia de la marca; sofisticación en una copa de champagne.

Curiosidades en la actualidad

Codorníu cambia la imagen de Casas por otra adaptada a los nuevos tiempos. El cartel, titulado "Ambar y Espuma" quería plasmar (como en el anterior cartel) la elegancia y sofisticación de la marca.



ANÍS DEL MONO 


En esta imagen observamos un cartel realizado por el autor modernista Ramón Casas. El producto que se anuncia responde a una marca de anís que que se emplea en la repostería española desde el siglo XIX, Anís del Mono. El nombre de la marca aparece de manera destacable en la parte superior del cartel, encima de una ilustración formada por una mujer con un mono (representando la marca), en letras mayúsculas y de color amarillo sobre un fondo azul. Ya en la parte inferior del cartel, encontraremos el nombre de uno de los fundadores de la empresa, Vicente Bosch y la localización de ésta, también en mayúsculas y en amarillo.


La gráfica representa a una mujer de la época que comparte sus buenos momentos con Anís del Mono. El objetivo primario es crear identidad de marca. Intentar diferenciarse de la competencia. Estamos ante un cartel modernista de simplicidad formal, donde el cartel está distribuido cromáticamente de dos colores; azul y amarillo. Se aprecia una economía narrativa. Simplemente se ve la marca del producto y el diseño que representa la identidad de la marca. Es legible y visible a toda vista. Está construida para despertar la atención mediante su estética perteneciente al Art Nouveau. La marca está personificada por el mono. Dicho mono lleva consigo una botella de ANÍS DEL MONO bajo su brazo.


Ramón Casas, influenciado por un cartelista francés de la época, Toulouse Lautrec, habitualmente utilizará mujeres en sus obras. En este caso, el público objetivo responde a familias de clase media-alta que utilizaban este producto para la repostería o consumo propio. En 1897,  Vicente Marcos Cenco convocó el primer concurso de carteles en España para su marca. Se presentaron varios de los mejores pintores de la época. En 1898 se celebró la exposición de los trabajos. El elegido fue el cartel realizado por Ramón Casas titulado Mona y mono. Vicente Bosch fue también el primero en colocar un luminoso publicitario en 1913, en plena Puerta del Sol de Madrid. Meses más tarde, se inauguraba otro luminoso en la plaza de Cataluña junto al Paseo de Gracia, en Barcelona.

Finalmente, Bungalow 25 considera este cartel de carácter persuasivo, como estrategia diferenciadora de su producto (la utilización de un mono) y para llamar la atención.



ANÍS DEL MONO 

En este caso, observamos un cartel similar al anterior, que cumple las mismas funciones y requisitos. El producto que se anuncia, es el Anís del Mono, licor español de la época del siglo XIX y principio del XX.

El nombre de la marca, vuelve aparecer en la parte superior del cartel, en letra mayúscula pero de color blanco sobre un fondo verde. En esta imagen observamos como el simbólico mono del producto sirve una copa de anís a una mujer de la época. En la parte inferior se observa el nombre de uno de los dueños de la empresa, VICENTE BOSCH y a un lateral izquierdo la promoción en 1900 del gran premio o GRAND
PRIX. Donde el anís del Mono promociona este evento. La gráfica representa a una mujer de la época que comparte sus buenos momentos con Anís del Mono. El objetivo primario es crear identidad de marca. Intentar diferenciarse de la competencia. Estamos ante un cartel modernista de simplicidad formal, donde el cartel está distribuido cromáticamente de tres colores: blanco, verde y rojo por el vestido que viste la mujer del anuncio. Se aprecia una economía narrativa. Simplemente se ve la marca del producto y el diseño que representa la identidad de la marca. Es legible y visible a toda vista. Está construida para despertar la atención mediante su estética perteneciente al Art Nouveau. Tiene una función persuasiva con la intención de invitar al público al Gran Prix de 1900, donde podrán ser protagonistas de esta gran exposición acompañados de una buena copa de Anís del Mono.

Por último se puede decir que la función del cartel es trasmitir un producto relacionado con la bebida y el confort en la sociedad de la época.

Curiosidades en la actualidad

Instrumento musical, icono cultural, pionero en el diseño de packaging y branding y una de nuestras bebidas más famosas. Ahora un vídeo animado producido por DDB e ilustrado por Wearbeard nos relata en dos minutos una historia de 143 años. ¡Descubre la verdadera historia de Anís del Mono!


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